jueves, 9 de diciembre de 2010

ACERCA DE LO PEDAGOGICO EN LOS OBJETOS DE APRENDIZAJE REFLEXIONES

ANTES DE COMENZAR


Tal vez un primer ejercicio de reflexión acerca de este tema debería empezar por prevenir al lector en cuanto al significado, por ahora muy a modo general, de los objetos de aprendizaje. Cuando se hace referencia a un objeto de aprendizaje no se está haciendo alusión a un “algo” que es susceptible de ser aprendido, a un “algo” aprendible2, de la misma forma que no se hace referencia a un “algo” que es objeto de enseñanza.
Un acercamiento apropiado al término “Objeto de aprendizaje”, entonces, nos ha de conducir hacia entenderlo como una mediación del aprendizaje circunscrita dentro del fenómeno de la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación a la educación (TIC), como un cierto material educativo digital, sobre el cual se profundizará a lo largo de este escrito.
Otro aspecto sobre el cual hay que prevenir al lector es que existen disponibles múltiples definiciones3 acerca del concepto de objeto de aprendizaje y cada una de ellas, como es apenas natural, propone los elementos que el autor considera necesarios para describir de manera suficiente aquello que es objeto de dicha definición. El presente escrito se construye alrededor de una de esas múltiples definiciones, la cual ha sido tomada como base para la actual propuesta conceptual que el Ministerio de Educación Nacional de Colombia lanza como marco general de trabajo para las distintas iniciativas relacionadas con los objetos de aprendizaje.


HACIA EL RECONOCIMIENTO DE LOS OBJETOS DE APRENDIZAJE


Un ejercicio de reflexión sobre lo pedagógico en los objetos de aprendizaje supone primero aceptarlos como un instrumento válido de formación humana4 y segundo requiere la construcción de un acervo teórico alrededor de su estructura conceptual y de su papel dentro de la práctica pedagógica.
Nunca antes otro tema relacionado con la incorporación de las TIC en la educación había despertado tanto el interés de la comunidad docente en Colombia como los objetos de aprendizaje. Tal vez porque ha sido un tema que se ha desarrollado, por lo menos en Colombia en los últimos dos años, con un sentido que privilegia lo educativo sobre lo tecnológico y dirigido hacia el uso en la práctica docente. Buena parte del interés mostrado por los docentes se centra sobre la definición misma de los objetos de aprendizaje ya que desde su reconocimiento se deriva la posibilidad de generar suficiente apropiación conceptual de forma tal que posteriormente sea posible la identificación de nuevos espacios y formas de aplicación.


El propósito de este escrito es hacer una reflexión sobre los aspectos pedagógicos más representativos de los objetos de aprendizaje con miras a adelantar los primeros pasos hacia la construcción de su estatuto epistemológico. Dicha construcción se pretende abordar desde una reflexión crítica basada en la definición conceptual, que sobre los objetos de aprendizaje se ha planteado como base para la propuesta nacional en el tema, como un marco de trabajo dentro del cual se pueden identificar suficientes elementos de naturaleza tanto teórica como práctica que permitan dar marcha a diversas iniciativas institucionales en el tema de objetos de aprendizaje. Reconocer y comprender el concepto allana el camino hacia su apropiación y eficaz implementación.
En este orden de ideas, se procederá a exponer la definición planteada y posteriormente a realizar algunas precisiones pertinentes sobre los componentes de la misma.


¿QUE ES UN OBJETO DE APRENDIZAJE?


Un objeto de aprendizaje se entiende como una entidad digital, autocontenible y reutilizable,
con un claro propósito educativo, constituido por al menos tres componentes internos editables:
contenidos, actividades de aprendizaje y elementos de contextualización. A manera de complemento, los objetos de aprendizaje han de tener una estructura (externa) de información que facilite su identificación, almacenamiento y recuperación: los metadatos (Chiappe et al. 2007).
Considerando y aceptando que un análisis de esta definición en términos de una reflexión acerca de los componentes que la integran podría culminar en una disección un tanto reduccionista, se plantea en este momento un ejercicio en el que, con una perspectiva de lo particular, se logre referenciar cada uno de sus componentes en clara relación con su lectura de conjunto.
Se entiende la pedagogía desde la propuesta de Antanas Mockus como una disciplina reconstructiva,
enmarcada como fenómeno cultural, la cual se ocupa de explicitar lo implícito para luego transformarlo. En
otros términos, le interesa extraer de la buena práctica de la enseñanza el discurso argumentativo acerca de
cómo enseñar bien. Esto configura una disciplina que reconoce y piensa la educación desde la misma práctica.

OBJETOS DE APRENDIZAJE… ¿UN VINO VIEJO EN BOTELLA NUEVA?


Un asunto que es importante precisar, y que no está explícito dentro de la definición, pero que contextualiza el concepto, tiene que ver con su identificación como material educativo digital. ¿Qué lo diferencia entonces de lo que se conoce desde hace ya mucho tiempo como Material Educativo Computarizado (MEC) o software educativo? Alvaro Galvis acuñó el término MEC haciendo referencia al software educativo, refiriéndose a ellos como aplicaciones informáticas cuyo objetivo terminal es apoyar el aprendizaje (Galvis 1994). Se identifican dos grandes categorías de MEC, los algorítmicos, orientados a transmitir algo, y los heurísticos, orientados a construir conocimiento sobre un determinado objeto de estudio.
Los objetos de aprendizaje se encuentran dentro de la categoría de software educativo, sin duda alguna y por ende se pueden clasificar como un tipo de material educativo computarizado, solo en la medida en que entendamos al computador no como el aparato al que estamos familiarizados, sino como un dispositivo con capacidades de computación y manejo binario de la información, en ambiente digital. Hago esta aclaración porque los objetos de aprendizaje pueden usarse no solamente a través de los PC sino también a través de dispositivos móviles como los PDA y teléfonos celulares, los cuales cada vez más tienen las funcionalidades, muchas veces mejores incluso, que las de un computador personal.
No todo MEC es un objeto de aprendizaje. Las características y particularidades de los objetos de aprendizaje son restrictivas en este sentido. Un ejemplo de esto tiene que ver con la reutilización, característica esencial de los objetos de aprendizaje y sobre la cual se retomarán algunos aspectos interesantes posteriormente. Muchas de las aplicaciones de software educativo no son, ni fueron pensadas para ser reutilizadas y por tanto no podrían ser consideradas como OA. Tal vez los objetos de aprendizaje disfrutan del bouquet añejo del software educativo pero con la frescura propia de los Recursos Educativos Abiertos7 (UNESCO 2005).

SER O NO SER…DIGITAL

Un objeto de aprendizaje se entiende como una entidad digital.
Quisiera iniciar una primera reflexión deteniéndome por un instante en la primera característica identificable en la definición: el reconocimiento de los objetos de aprendizaje como entidades digitales, es decir, pertenecientes al mundo de lo binario, a la cadena informática (Negroponte 1995). Si alguien me llegase a preguntar: ¿Es posible considerar un objeto de aprendizaje como un recurso no digital?, en el sentido amplio de la palabra, yo diría que sí. Es más, si se excluyera por un momento de la definición la combinación de palabras “entidad digital”, un libro de texto escolar o inclusive una guía de clase impresa cumpliría con las condiciones propuestas en la definición de un objeto de aprendizaje. Sin embargo, es importante aclarar que nuestro marco general de trabajo es la incorporación de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en educación y esta perspectiva nos remite de inmediato a lo digital como el medio natural para su desarrollo, crecimiento y evolución. Lo digital es natural en las TIC, es su lenguaje propio, es parte de su propia constitución. Es por esto que, desde este marco de referencia, resulta apropiado considerar los objetos de aprendizaje como entidades digitales.
Ahora bien, el contexto de lo digital supone una serie de circunstancias que afectan la práctica educativa y esto quiere decir que habría que atender con especial interés esta situación de cara a reconocer cómo los objetos de aprendizaje podrían encajar dentro de un escenario educativo mediado por las TIC. Varias preguntas surgen de lo anterior, por ejemplo: ¿Cómo se afecta la comunicación en un proceso de aprendizaje mediado por las TIC o qué posibilidades se abren al respecto?, ¿cuál es el potencial de los objetos de aprendizaje, como mediaciones digitales, para efectos de fortalecer la flexibilidad curricular de un programa académico?, ¿cómo se aplica un concepto como el de la transposición didáctica en un medio digital? En fin, la consideración digital alrededor de los objetos de aprendizaje es más relevante de lo que en un principio pudiere parecer.
 
REFERENCIA: Chiappe Laverde, Andrés. (2009). ACERCA DE LO PEDAGOGICO EN LOS OBJETOS DE APRENDIZAJE-REFLEXIONES CONCEPTUALES HACIA LA CONSTRUCCION DE SU ESTRUCTURA TEORICA. Estudios Pedagógicos, Sin mes, 261-272. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=173514138016&iCveNum=14138#






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